El nuevo proceso constituyente que se abre en el Estado tras los resultados electorales del 23 de julio provocan, más que nunca, la necesidad de una toma de conciencia del pueblo andaluz como nacionalidad histórica. Las posiciones, en especial de los poderes vasco y catalán, son un agravio sólo comparable al que intentaron cometer durante la transición los mismo actores que ahora perpetran lo que sin duda constituirá un perjuicio para el pueblo andaluz. Perjuicio cuantificable que se arrastra décadas con la deuda histórica y el inexistente desarrollo de nuestro Estatuto, hechos imputables a los grandes partidos centralistas que se han ido sucediendo en el Administración central.
Para llegar a esa meta, a ese objetivo final que es la consolidación de una herramienta útil en la que crean los andaluces y andaluzas, en primer lugar, en las actuales circunstancias históricas debemos transitar un camino al que se vayan incorporando todos los sectores sin excepción de la sociedad andaluza. Una senda surcada de participación, apertura, transversalidad y obediencia exclusiva a los intereses nacionales andaluces. La Vía Andaluza que ya iniciamos y que ahora retomamos como mensaje y estrategia para provocar un movimiento social andaluz que como aquel 4 de diciembre origine un contexto que consolide un instrumento de poder que trabaje por la soberanía y el autogobierno como premisas para converger desde todos los puntos de vista con los territorios más desarrollados del Estado y Europa.
La Vía Andaluza como método que haga reaccionar al pueblo andaluz del letargo en el que lleva hibernando desde hace más de cuatro décadas. No podemos renunciar como nacionalistas andaluces al cumplimiento del deber para con nuestra tierra que la actual coyuntura histórica nos demanda. Necesitamos quebrar la organización que privilegia a unos territorios respecto de otros. Necesitamos un modelo socio-económico propio que debemos construir entre todos. Para este fin hay que incorporar a la Vía a la sociedad civil: universidad, sector empresarial y sindical, sanitarios, educadores, profesionales liberales, comerciantes, ayuda mutua, defensa del medio ambiente, deportistas, cultura, etc. El más amplio abanico que genere un movimiento participativo e innovador que acabe con el conformismo y proceda a crear conciencia e identidad propias del siglo XXI con la intención de estar presente en las instituciones pensando y gobernando en andaluz.